Animación de videojuegos: ¡Feliz Día Mundial de la Animación!
Animación de videojuegos
Cada 28 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Animación, celebrando de este manera la proyección pública, en 1892, del primer antecedente de la cinematografía de animación: el Théâtre Optique (Teatro Óptico), de Émile Reynaud, expuesta en el Museo Grevín de París. Y nosotros celebramos concretamente la animación de videojuegos.
Desde 1892 hasta ahora la animación ha evolucionado sin precedentes. Y más aún desde que empezaran a desarrollarse videojuegos desde la segunda mitad del siglo pasado. Pero… ¿por qué es tan importante la animación en los videojuegos?
¿Qué es la animación?
“Es un proceso fundamental a la hora de llevar a cabo un juego, ya que dota de vida a los personajes, les otorga profundidad y hace que los juegos se vuelvan dinámicos y más atractivos, visualmente hablando”, explica Jesús del Pozo, director del departamento de Arte de los másteres de Creación de Videojuegos de EVAD.
Coincide con él Salvador Valentín, profesor de Animación de EVAD, que además añade que les dota de “personalidad” y se convierte en una esencia misma del propio videojuego: “imaginarnos a Kratos moviéndose como Super Mario puede ser divertido pero rompería el estilo y la personalidad Kratos, la experiencia de juego sería totalmente distinta y seguramente nos sacaría de su ambiente y del propio juego”.
Uno de los aspectos más llamativos que destaca Salvador es la evolución de la animación de videojuegos desde uno de los primeros títulos, el Pong, hasta el Red Dead Redemption 2. “Como animador nacido en la década de los 80, haber vivido ese progreso resulta emocionante. Al principio se usaban sprites, imágenes dibujadas que se reproducían a diferente velocidad para crear movimiento”, detalla, destacando que hoy en día “no hay limitaciones”, poniendo como ejemplo los trajes de captura de movimiento, la simulación de tela o la posibilidad de dotar a los personajes de físicas “reales”.
Del Pozo incide en que la animación en los videojuegos existe desde los primeros juegos, “primero con movimientos bruscos de desplazamientos simples, debido a que la tecnología no permitía nada más elaborado”. Conforme aparecieron nuevas herramientas y técnicas para mejorar esa primitiva animación, “se abrieron un mundo de posibilidades a la hora de desarrollar un producto con calidad. Posteriormente apareció el 3D y el mundo de la animación volvió a cambiar ya que podíamos animar un objeto tridimensional”.
Evolución de la animación
Del Pozo cree que es “en la actualidad cuando estamos viendo una mayor flexibilidad y mayores posibilidades a la hora de llevar a cabo el proceso de animación”, auspiciados por “un mayor desarrollo de la tecnología y los soportes para presentar videojuegos”.
Valentín asegura que esa evolución se dio en el mismo momento en el que “los programas de 3D evolucionaron, porque gracias a ellos se pueden crear un rig completo para poder animar a los personajes de forma fácil y óptima, y aún así se siguen dibujando sprites”.
¿Con qué herramientas trabajan los animadores? Tanto los de 2D como los de 3D, se utiliza Photoshop, Spine, Maya, Blender, 3DStudio Max, ToonBoom e incluso “en algunas ocasiones se usan herramientas tradicionales, como ocurrió con Cuphead”, cuenta Del Pozo.
¿Cuál es el secreto para ser animador de videojuegos?
La formación es uno de los pilares fundamentales para dedicarte a la animación de videojuegos. Como bien relata Jesús del Pozo, “siempre hay que buscar tener el mayor grado de conocimiento y aplicarlo siempre con trabajo y esfuerzo”. Ese es uno de los secretos: trabajo y constancia. Ser meticuloso y constante, debido a que en muchas ocasiones son necesarias muchas pasadas para conseguir la animación correcta, es el único camino a conseguir los mejores resultados.
Valentín además opina que es importante “no frustrarse: como todo al principio, puede resultar muy difícil, tampoco hay que tenerle miedo. Exagerar los movimientos, probar poses, retorcerlo…”. Una de las aptitudes que destaca del animador es la observación, ya que este debe saber interpretar y representar poses y secuencias de movimiento de manera correcta. “Las aptitudes no tienen por qué ser innatas, estas también pueden aprenderse y cultivarse”, concluye.
Feliz día de la animación y, sobre todo, agradecemos el trabajo de los profesionales que convierten la fantasía en realidad gracias a su arte animando.